Una almohadilla eléctrica puede tener diferentes formas. y tamaños.
En primer lugar están las esterillas de calor, que son como unas alfombrillas de calor que tienen forma de esterilla pequeña y sirven para estar calentitos en ocasiones puntuales, por ejemplo para que no nos entre frío en la tripa.
Aparte de las esterillas eléctricas, existen otro tipo de almohadillas eléctricas que tienen diferentes formas según el uso que se les vaya a dar.
Este tipo de almohadilla eléctrica son más recomendables de usar cuando queremos aliviar dolores musculares, para lesiones, y para dar calor en una zona más concreta del cuerpo. Por eso, las almohadillas eléctricas son ideales para dar calor en el cuello, los hombros, la zona alta de la espalda (cervical) o la zona baja de la espalda (lumbar).
Por tanto, las almohadillas eléctricas y las esterillas vienen a ser lo mismo, per se diferencian en su forma. Pero, debido a que las almohadillas eléctricas, tienen formas que se adaptan mejor a zonas específicas del cuerpo, son más populares que las esterillas térmicas, aunque no por ello sean más las conocidas.
Tipos de almohadillas eléctricas
Por lo general, las esterillas eléctricas suelen ser pequeñas. Sin embargo, la forma de las almohadillas eléctricas varía en función de la zona del cuerpo donde queramos dar calor. Según esto, las almohadillas eléctricas pueden ser:
Almohadilla eléctrica para lumbares
Estos son algunos tipos, sin embargo, puedes saber más explorando nuestra guía completa sobre almohadillas eléctricas para lumbar.
Almohadilla eléctrica para cervicales
Debajo puedes encontrar algunos de los modelos de almohadillas eléctricas más valorados.
¿Qué te puede convencer de comprar una almohadilla eléctrica?
Una de las razones por las cuales puedes decidirte a comprar una esterilla eléctrica o cualquiera de los tipos de almohadillas eléctricas que hay, es porque independientemente si tienes algún dolor muscular, las almohadillas eléctricas son la mejor opción para dar calor en la zona del cuerpo donde más lo necesites o donde más frío tengas.
Por ejemplo, una esterilla eléctrica puede servirte para calentar la zona de la barriga y evitar que te entre frío en la tripa.
Por otro lado, si eres de los que suele tener frío por ejemplo en la zona de los riñones, una almohadilla eléctrica que se adapte a la zona baja de la espalda y cubra los riñones puede ser la mejor opción, además de la más comoda ya que simplemente la colocas, la enciendes y listo.
Además, cabe destacar que las almohadillas eléctricas suelen ser pequeñas, por lo que tienen un tamaño ideal para usarlas en cualquier sitio de la casa o llevarlas de viaje ya que son muy faciles de usar y transportar. Esto aplica también para las esterillas eléctricas, cuya diferencia con las almohadillas térmicas hemos explicado al inicio de este post.
¿Cómo usar una almohadilla eléctrica?
Puede que sea algo simple pero cuando compras una esterilla o una almohoadilla eléctrica por primera vez, puede que te hagas un lío al principio ya que no es solo como usarla, sino como usarla de la mejor manera posible. Por ello, te explicamos a continuacion como usar una almohadilla eléctrica en 5 sencillos pasos:
- Enchufa la almohadilla: Conecta el cable de alimentación a la corriente y asegúrate de que esté bien enchufado.
- Elige la temperatura: Ajusta el termostato a la temperatura deseada. Comienza con una temperatura baja y ve aumentándola gradualmente hasta encontrar el nivel que te resulte confortable.
- Coloca la almohadilla: Extiende la almohadilla sobre la zona del cuerpo que deseas aliviar. Asegúrate de que no haya objetos debajo de la almohadilla que puedan obstruir el calor.
- Relájate y disfruta: Disfruta del calor reconfortante de la almohadilla mientras te relajas. Se recomienda no usar la almohadilla durante más de 20 minutos seguidos.
- Apaga y desconecta: Una vez finalizado el uso, apaga la almohadilla y desconecta el cable de alimentación.